jueves, 3 de abril de 2008

Recibimos el documento, pero no lo valoraremos; sólo tratamos de mediar: Javier Lozano




■ Recibimos el documento, pero no lo valoraremos; sólo tratamos de mediar: Javier Lozano
Rechaza la UAM contrapropuesta del sindicato; “inviable económicamente”



■ Insiste el gremio en bono anual de $4,500 y pago de 100% de salarios caídos; sigue la huelga



Carolina Gómez Mena

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Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana marcharon ayer hacia el Zócalo
Foto: José Antonio López


Al cumplirse ayer 62 días de huelga, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM) presentó formalmente su contrapropuesta a las autoridades universitarias, la cual fue catalogada por el secretario general de esa casa de estudios, Javier Melgoza, como “inviable” en términos económicos.



Entre otras demandas, el gremio insiste en un bono anual permanente de 4 mil 500 pesos para académicos y personal administrativo, el pago de ciento por ciento de los salarios caídos y la retabulación inmediata de 10 por ciento.
Dicho planteamiento fue presentado ayer por la tarde tanto a la UAM como a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), informó Tomás Licea, secretario de prensa y propaganda del sindicato, quien encabezó una marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, en protesta por la falta de respuesta de las autoridades.
En tanto, la secretaria general del gremio, Hermelinda Hurtado, comentó que cuando entregó el documento a Javier Lozano, titular de la STPS, éste le advirtió que lo recibía, pero que la dependencia no va a valorarlo ni a dar una respuesta, ya que sólo trataba de intermediar para resolver el conflicto.
En la movilización, cuyo contingente fue de poco más de 800 personas y en cuyas pancartas se leía: “contra el autoritarismo”, “nuestras demandas son justas; 100 por ciento de salarios (caídos)” y “mienten las autoridades de la UAM; no hay solución a las demandas”, se insistió en que las exigencias del gremio “no son caprichos, sino “requerimientos justos”, pues el rezago salarial de los trabajadores de la UAM –dijo– en relación con otras universidades es de casi 50 por ciento.
En entrevista, Melgoza precisó a este diario que la contrapropuesta fue recibida por la universidad a las 17:20 horas, y que luego de un análisis del documento se llegó a la conclusión de que el “planteamiento tiene mínimas variaciones de lo que ha presentado el sindicato desde principios de marzo”
Remarcó que la propuesta hecha el sábado pasado por la STPS, la cual consistía en el pago de 50 por ciento de los salarios caídos e incrementar de mil 500 a 2 mil 500 pesos el bono anual, sólo para el personal administrativo, es lo máximo que puede dar la UAM, además de otorgar 4.25 por ciento de incremento salarial y 1.2 en prestaciones.
“Atendiendo el esfuerzo de conciliación de la STPS, asumimos ese planteamiento como propio, y lo aceptamos; fue el sindicato el que demandó la intervención de la dependencia federal, y luego rechazó su propuesta. Para la universidad, un planteamiento económico que vaya más allá de lo que ha ofrecido la secretaría no es atendible, porque la institución no cuenta con recursos.”
Respecto al pago de ciento por ciento de salarios caídos, refirió que es “inviable, y en eso coincidimos con el criterio de la STPS, que señaló que es inamisible patrocinar una huelga con dinero público; la universidad no es responsable de este paro, y durante estos 62 días los trabajadores no han dado servicio a la institución, y el salario es una retribución económica a cambio de éste”.
Antes, Licea comentó que el gremio está dispuesto a continuar la huelga si no se atienden las peticiones, y descartó que haya divisionismo en torno a seguir el movimiento, a pesar de que ya son cuatro quincenas sin pago. Asimismo, refirió que si la universidad está apostando a que la “gente se canse”, entonces podrá “seguir esperando, porque eso no ocurrirá”.
Confió en que se puedan retomar las negociaciones, las cuales se suspendieron el pasado 30 de marzo.
Con información de Patricia Muñoz



1 comentario:

Miguel González Madrid dijo...

Previamente: No vean en la posición de la STyPS (en este momento) como un espaldarazo a la parálisis mental de las partes ¿negociadoras? Sólo encuentren puntos de equilibrio, propuestas intermedias, líneas de corte de una tela existente. Es absurdo que ninguna de las partes trate de acercarse, ahora, a puntos intermedios que representan sacrificios recíprocos, pero todavía dentro de lo posible. La STyPS ya hizo su parte y no hará más, salvo que alguien le instruya a recoger las cenizas de un combate absurdo.

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Ahora, mi opinión desde ayer difundida:

02 de abril de 2008, 20:40 hrs.

¿Seguro que no se puede proponer cosa distinta a la que hizo la STyPS? Todo dentro del margen de 100% de salarios hasta ahora no devengados es posible. Tal vez 15-25% de ese monto total lo quiera la UAM para efectuar reinversiones necesarias por daños a proyectos de investigación.

Del otro lado habrá que preguntar también: ¿Seguro que no están dispuestos a reducir sus pretensiones de bono (por ejemplo de 4 mil 500 -que ya indica un esfuerzo de reducción- a entre 3 mil y 4 mil pesos) y de salarios caídos (por ejemplo de 100% a 65-75%)? (El bono + el monto de salarios caídos entran en un paquete único, independientemente de un acuerdo relativo a una retabulación que pueda aplicarse para el ejercicio fiscal 2009, y de otros puntos que prácticamente están avanzados).

Si ninguno está dispuesto a correrse a un paquete único de propuestas económicas intermedias viables (entre el 50-100% de salarios no devengados), entonces hay indulgencia e irresponsabilidad de las partes que seguirá dañando a la UAM, independientemente de quién dirige el SITUAM y de quién representa a la Universidad; independientemente de la ejercitación permanente de derechos laborales y del reclamo de derechos de educación.

Nerón hubiera sentido envidia del juego perverso que sólo conduce a la destrucción de la UAM. Cada cual busca justificarse diciendo, sin embargo, que todavía se puede salvar el trimestre 08-I: se da golpes de pecho y de vez en cuando prepara la bandeja para lavarse las manos. Estamos, incluso, a punto de ver que alguien pida en bandeja de plata la cabeza de quien rechazó sus pretensiones.

Todo ese clima enrarecido contribuye a crispar aún más los ánimos y a perder la noción de alternativas factibles (no sólo viables). Así que tendremos que evitar un regreso con vendettas. El compromiso recíproco nos haría crecer; en cambio, un retorno sin un código mínimo y emergente de ética sólo alentaría un proceso que, como una farsa, sólo trataría de emular, de un lado, a los Médici, y, del otro, a los Pazzi.

Mientras más pase el tiempo sin una disposición a dialogar y encontrar soluciones en el marco de lo posible, sin romper la negociación y en sesión permanente, los nubarrones de la desesperación y la violencia podrían arribar pronto. Eso sería lamentable, pero quienes tienen responsabilidades colectivas en el conflicto, de la naturaleza que sea (sindical, académica, administrativa), deben autocriticarse y sacrificar su ego. Las viejas estrategias para enfrentar un conflicto laboral tal vez ya no sean eficaces como antes, y ya lo estamos viendo.