El Correo Ilustrado
La Jornada (México) - hace 3 horas
Expresa su parecer sobre la huelga en la UAM
El conflicto en la UAM ha llegado a un momento muy grave tanto por la suspensión de las actividades sustantivas de la universidad como por el hecho de que los trabajadores no hemos percibido nuestros salarios durante 48 días.
Por tal motivo, urge que se restablezca la normalidad y se abran ya las puertas de la universidad. Para ello se requiere, por un lado, que las autoridades mantengan todas las ofertas que han hecho, como son la reapertura del Cendi 3; el plan de estímulos a los trabajadores administrativos; el restablecimiento de la bilateralidad en la Unidad Cuajimalpa; el bono de mil 500 pesos; la exigua oferta salarial que ha impuesto el gobierno; el aumento en prestaciones, y como muestra de que no se desea castigar a los trabajadores en una situación de crisis, el pago de los salarios caídos. Yo supongo que todo esto fue ofrecido por las autoridades debido a su necesidad y racionalidad y no como concesiones gratuitas. Es por ello que no veo congruencia en el anuncio del día 18 en el sentido de que “retira formalmente la oferta de la universidad en su totalidad”. ¿Esto quiere decir que se desea un alargamiento mayor del conflicto? No parece lógico. A mi juicio, las autoridades deberían ratificar sus ofertas pero, a su vez, el comité de huelga del SITUAM debe someterlas a la decisión de las bases, en forma democrática, ya que la fortaleza de una lucha no depende de un pequeño grupo sino de todos los agremiados. Si la mayoría dice que no se puede, por ahora, trascender el límite de una negociación, los dirigentes tienen que acatar dicha decisión. El alargamiento del conflicto no beneficia ni a la universidad como institución ni al sindicato como organización para la defensa de los trabajadores.
Gabriel Vargas Lozano, profesor titular del Departamento de Filosofía, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Iztapalapa
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