La Jornada (México) - hace 5 horas
Autoridades acusan al sindicato de utilizar el conflicto para dirimir pugnas internas
Enconos y protagonismos frenan acuerdo que ponga fin a la huelga en la UAM
Enconos y protagonismos frenan acuerdo que ponga fin a la huelga en la UAM
■ El gremio responde: “nos quieren hacer sentir que su posición es inquebrantable”
Laura Poy Solano
Los trabajadores de la UAM piden que se ponga fin a la huelga más larga en la institución
Foto: Yazmín Ortega Cortés
Sin una solución a corto plazo que permita vislumbrar la conclusión del conflicto, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) cumplió casi dos meses en huelga este fin de semana, tras 52 días sin actividades académicas.
Tanto el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM) como las autoridades universitarias siguen inmersos en un clima de encono y acusaciones mutuas que ha impedido la construcción de acuerdos mínimos para solucionar lo que se ha convertido en la huelga más larga en la historia de esta institución.
Académicos, ex dirigentes sindicales y trabajadores de base reconocieron que la UAM se debate en un escenario de crispación que favorece la polarización de las negociaciones, sin que exista un “punto medio en la posición de ambas partes para intentar resolver lo antes posible un conflicto que nos afecta a todos, pero particularmente a la institución, y por tanto a la universidad pública”.
Las posturas encontradas al interior del sindicato, que han propiciado intensos debates entre dirigentes de las principales corrientes ideológicas del SITUAM, “no son la única causa del estancamiento de las negociaciones y por tanto del alargamiento del conflicto, sino también prevalece una actitud de franca cerrazón de altos directivos de la UAM, quienes desde el pasado 31 de enero se han negado a modificar su propuesta inicial”, aseguraron.
A 52 días del inicio de la huelga, los señalamientos mutuos por la falta de acuerdos prevalecen como parte de una dinámica, insistieron, en la que se ha “desgastado la institución, sus autoridades y el propio sindicato, pero que no nos ha llevado a una salida definitiva del conflicto”.
Al respecto, Javier Melgoza Valdivia, secretario general de la UAM, aseguró que la responsabilidad “total” por el estallido y alargamiento de la huelga es del gremio, luego de que rechazó la propuesta institucional de un incremento de 4.25 por ciento directo al salario y 1.2 por ciento en prestaciones, además de un paquete no económico para resolver las demandas de capacitación, plazas de nueva creación, reconocimiento de la bilateralidad en la unidad Cuajimalpa, entre otras, y que “representan el máximo esfuerzo institucional”.
Sin embargo, reconoció que ante las “mejores propuestas que ha presentado la UAM en una mesa de negociación en 25 años, también tenemos, paradójicamente, la huelga más larga en la historia de la universidad”.
Esto se explica, agregó, por la “dinámica dentro del sindicato, que mantiene una gran fragmentación al interior debido a las pugnas internas entre quienes se asumen como parte de los trabajadores de hoy y los de ayer, donde se practica una discusión soterrada que nos llevó a esta huelga”.
Tras señalar al ex secretario general del gremio, Jorge Ramos, como responsable de impulsar “políticamente” el estallido de la huelga para “dirimir conflictos internos” y mantener una actitud de “sabotaje” ante cualquier posibilidad de acuerdo al privilegiar sus “intereses personales”, Melgoza Valdivia aseguró que la polarización en el gremio obedece a tres factores:
Erosión del carácter mixto del sindicato, pues afirmó que sólo uno de cada tres académicos está sindicalizado; su resistencia a enfrentar los “nuevos escenarios del mundo laboral” al mantener un discurso ideológico “anclado en los años 70”, así como una organización interna que favorece mecanismos de decisión que “no permiten el voto directo, libre y secreto” de todos los afiliados.
En tanto, Jorge Ramos rechazó los señalamientos de la institución, al calificar de “irresponsable” la actitud de las autoridades universitarias al tratar de “identificar culpables” y mantener una negociación salarial y contractual “fallida, pero sin asumir responsabilidades”.
Destacó que fueron las propias corrientes internas del sindicato las que “impulsaron la huelga, y son las divisiones que prevalecen dentro de las autoridades universitarias las que no han tenido capacidad para resolver el conflicto al privilegiar una postura inflexible a más de 50 días de estallada la huelga”.
Un paro “de los más complejos”
Antonio Venadero, ex secretario general del SITUAM e integrante de la comisión negociadora, afirmó que la actual huelga es una de las “más complejas que ha tenido el sindicato, no sólo por la discusión interna entre las corrientes, sino también por la postura de las propias autoridades universitarias, pues en 32 años de existencia del sindicato, es la primera vez que la UAM retira una propuesta de negociación, luego la regresa, más tarde la vuelve a retirar y adiciona un ultimátum de 24 horas para, una vez más, poner nuevamente las propuestas iniciales”.
La política de negociación de la rectoría, insistió, abonó para mantener un proceso “muy complicado, que no nos permite prever una solución definitiva en el corto plazo, a pesar del esfuerzo que como sindicato hemos hecho”.
Bulmaro Villarruel, también ex secretario general del gremio, aseguró que la solución a la huelga está “en manos de la universidad”, pero han insistido en mantener un “principio de autoridad inflexible para hacer sentir al sindicato que su posición es inquebrantable y así pretender que ya no haga nada”.
Agregó que las corrientes internas del gremio garantizan que “uno pueda decir lo que quiera; nadie puede decir yo dirijo, mando o manipulo al sindicato, para eso hay un comité de huelga que vota y manda, que tiene sus tiempos y que cuenta con una representatividad de los sindicalizados”.
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