La Jornada (México) - hace 3 horas
Consideraciones respecto de la huelga en la UAM
Del pliego petitorio del SITUAM sólo falta por resolver la vital demanda económica. Al respecto es necesario recordar que:
1. La criminal política de los topes salariales impuesta por el Estado desde 1977 sólo podrá ser superada con un cambio de modelo económico. Imposible que la lucha de un sindicato aislado pueda revertir ese modelo.
2. En términos económicos la autonomía universitaria es inexistente. Las universidades no tienen la facultad de formular frente al órgano legislativo correspondiente su proyecto de presupuesto. Además, esos recursos se entregan etiquetados por Hacienda. En la 57 Legislatura, en el Senado de la República presenté una iniciativa de reforma al artículo tercero constitucional para garantizar esa autonomía, iniciativa hasta hoy congelada.
3. El desplegado del Foro Académico Sindical publicado en este diario el día 13 me abrió la expectativa de encontrar gastos superfluos en el rubro de servicios personales de los mandos altos y medios, cuya reasignación satisfaciera la demanda económica del SITUAM. Por desgracia, me convenció de lo contrario.
Así las cosas, sólo veo tres alternativas para resolver la demanda económica: A) que el aumento en prestaciones se destine sólo a trabajadores administrativos, B) que éstos acepten la propuesta de la retabulación del manual de puestos, y C) una combinación de ambas.
Comparto la preocupación de que el alargamiento de la huelga deteriore a la universidad pública; lo que no comparto es la desmesura de cuestionar el legítimo e irrenunciable derecho a huelga. Tampoco la descalificación del modelo de sindicato mixto.
Rosa Albina Garavito Elías, profesora sindicalizada del Departamento de Economía de la UAM-A
Del pliego petitorio del SITUAM sólo falta por resolver la vital demanda económica. Al respecto es necesario recordar que:
1. La criminal política de los topes salariales impuesta por el Estado desde 1977 sólo podrá ser superada con un cambio de modelo económico. Imposible que la lucha de un sindicato aislado pueda revertir ese modelo.
2. En términos económicos la autonomía universitaria es inexistente. Las universidades no tienen la facultad de formular frente al órgano legislativo correspondiente su proyecto de presupuesto. Además, esos recursos se entregan etiquetados por Hacienda. En la 57 Legislatura, en el Senado de la República presenté una iniciativa de reforma al artículo tercero constitucional para garantizar esa autonomía, iniciativa hasta hoy congelada.
3. El desplegado del Foro Académico Sindical publicado en este diario el día 13 me abrió la expectativa de encontrar gastos superfluos en el rubro de servicios personales de los mandos altos y medios, cuya reasignación satisfaciera la demanda económica del SITUAM. Por desgracia, me convenció de lo contrario.
Así las cosas, sólo veo tres alternativas para resolver la demanda económica: A) que el aumento en prestaciones se destine sólo a trabajadores administrativos, B) que éstos acepten la propuesta de la retabulación del manual de puestos, y C) una combinación de ambas.
Comparto la preocupación de que el alargamiento de la huelga deteriore a la universidad pública; lo que no comparto es la desmesura de cuestionar el legítimo e irrenunciable derecho a huelga. Tampoco la descalificación del modelo de sindicato mixto.
Rosa Albina Garavito Elías, profesora sindicalizada del Departamento de Economía de la UAM-A
1 comentario:
Dra. Rosa Albino Garabito:
Las cosas razonables siempre deben ser apoyadas. Y eso no significa renunciar a derechos que la ley garantiza. Con sinceridad Usted señala un modelo de sindicalización a seguir. Defiendo su derecho a manifestarlo, igual si fuera de una opinión contraria. Los actuales dirigentes sindicales no deberían colocar al SITUAM en una posición de desventaja. En lugar de ganar aliados dentro de la UAM, han provocado deserciones.
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AGREGO:
Lo que se quiere debe efectuarse en el lugar, el momento y la oportunidad idóneos para todos o, por lo menos, para la mayoría. Nadie tiene la razón a priori, sólo cuando los demás comparten la misma opinión o los resultados son contundentes.
PRIMERA PARTE. El debate.
El debate a que convocan algunos académicos afiliados al SITUAM (que ellos mismos digan cuántos son y que no hablen a nombre de los demás) podría ser un buen ejercicio de reflexión, de autocrítica y de reformulación de nuestro papel en la UAM. Pero no puede darse en un espacio excesivamente acotado -en donde ya no hay garantía de pluralidad y tolerancia- como el que sugieren.
Primero habrá que concluir la huelga y luego acordar en el espacio natural en el que hemos crecido académicamente los temas que sean.
SEGUNDA PARTE. El conflicto.
Si hay disposición a concluir un conflicto generado por demandas justas -que no todas atendibles en este momento y no sólo por las autoridades de la UAM-, en cuanto a la parte económica (salarial) bien se puede proponer o coincidir en que: a) la proporción de salarios perdidos sea sólo de un tercio; b) el bono anual sea por este año de 1,500 pesos, pero que se discuta bilateralmente (antes de la proyección presupuestal a 2009) el requerimiento de entre 5 mil y 6 mil pesos; c) se integre la comisión de negociación bilateral para proceder a una retabulación salarial aplicable a 2009.
Cualquier intento por lograr una respuesta satisfactoria total en el corto plazo será en vano. El tiempo de la huelga debe concluir. Cualquier tentación por tratar de encontrar un atajo, comprometer en apariencia la atención de quienes tienen el poder de la bolsa (o sea, la Cámara de Diputados) y creer que frente a la mirada está todo el pastel, sólo hará seguir el juego de la “resistencia política”, con la grave consecuencia de prolongación de la huelga, hasta acabar con cualquier posibilidad de reprogramación del trimestre 2008-I dentro del año 2008. Habrá que cuidar no caer en ese tipo de juegos, políticamente alentados por quienes creen que esa es una manera de debilitar al adversario, pero socialmente perversos por la naturaleza de la institución educativa a la que ya han dañado.
Propuestas viables y factibles, con tiempos distintos para su concreción, es lo que urge dar a conocer de una y otra parte. Pero, ¿quién quiere decir “tomo la iniciativa”? Conseguir todo a un tiempo es una fantasía; conseguirlo en varios tiempos, es mesurado. ¿Cabrá la mesura en la línea situamita? Si hay una mejor oferta de salarios caídos y un diseño diferente del proyecto de presupuesto de la UAM para 2009 que contemple alternativas compensatorias (bono, retabulación), entonces habrá una luz al final del túnel. Si se niega esta posibilidad del lado sindical, el grueso de la comunidad académica y la comunidad estudiantil tendrá la última palabra. La UAM no puede estar secuestrada una vez que las cuerdas de la legalidad y la razón se hayan estirado al máximo. Que no quepa la menor duda: puede tener legitimidad cualquier recuperación de instalaciones de la UAM. ¿Es superior un derecho laboral a un derecho educativo? ¿Cuál es la interpretación legal y/o constitucional para responder en uno u otro sentido? ¿Cómo puede resolverse un conflicto de derechos de esa naturaleza?
TERCERA PARTE. La locura.
Ojalá se pueda hacer la revolución a la carta y en 24 horas, pero ya basta de fantasías. La utopía es necesaria para la vida colectiva; la fantasía, sólo para el placer personal. Y, sin duda, la clase de fantasía de algunos de los dirigentes del SITUAM raya en la locura. Con colocarse el dedo sobre el ojo creen que lo demás ha dejado de existir, que sólo ellos continúan en la vida. Ninguno que se haya creído más poderoso que los demás -para dominar sobre ellos- ha logrado llegar a la palestra de los dioses. Su propio poder los ha ahogado, la historia los ha confinado al lugar de los aborrecidos. En fin, que quienes buscan llegar a cargos de representación (cualquiera que sean) para satisfacer fantasías, irremediablemente producirán sus propias pesadillas. Y luego les da por hablar a nombre de "los trabajadores", como si con sangre se hubiera sellado un pacto de representación total. Así hablaban los fascistas, los nazis, los estalinistas,... No hay mucha diferencia entre el pensamiento situamita dominante en la huelga y el de los asquerosos dictadores y los creadores de la unidimensionalidad: un sólo sindicato, una sola forma de pensar, una sola forma de decir las cosas, una sola utopía, un solo proyecto, etc.
CUARTA PARTE. Más allá de la política.
Debemos preguntarnos si acaso los dirigentes del huelguismo no estarán pensando en ir más allá de marzo. Si así fuera, sin duda que la situación podría desencadenar otro tipo de actitudes. Conociendo trayectorias de dirigentes, su forma de pensar y los grupos con los cuales han mantenido contacto (ideológico, político y financiero), me parece que no habría que descartar su intención de quebrar a la UAM como primer acto de otros tantos. No hay que olvidar las tácticas fusionadas del narcotráfico y la guerrilla. La estrategia Escobar ha sido trasplantada en varios lugares de América Latina. Algunos lo ignoran. Quienes lo desmienten son ingenuos; si algunos de ellos creen que promueven un cambio social conforme a una bella utopía marxista, siguiendo en realidad ese tipo de tácticas y estrategias, caen en el autoengaño, son esclavos de personas a las que nunca verán el rostro. Sin duda, comenzar por la UAM (pero igual hubiera sido otra Universidad) es lo más fácil, pero lo más absurdo en sus resultados y consecuencias. Esperemos que la violencia contra los que no comulgan con la ideología dominante situamita nunca se manifieste, porque esa es otra de las características de la herencia Escobar.
QUINTA PARTE. El presupuesto.
Bien, al parecer hay "demasiado dinero" en la UAM. Eso dicen voceros del SITUAM. Sería conveniente no dejarse llevar por un espejismo. Los actuales dirigentes del SITUAM ¿se sienten responsables por haber perdido la oportunidad (en 2007) de hacer observaciones al proyecto de presupuesto 2008 de la UAM? ¿Debieron conocer y prevenir la insuficiencia presupuestal proyectada? ¿Responsabilizan a todos los diputados por su aprobación como quedó para 2008?
En efecto, un estudio presupuestal completo y serio debió efectuarse desde el año pasado, y tal vez ello hubiera derivado en propuestas creíbles de mejora salarial. Pero, en el momento actual, ¿cuánto tiempo más podría requerir centrarse en encontrar opciones comunes de trasferencias, algunas de las cuales no podrían ser autorizadas por órganos internos de la UAM? ¿Otro trimestre? En verdad, los asesores del SITUAM y algunos de los mismos dirigentes sindicales son de reacción retardada. Lamentable, pero así es. Ojalá que la intolerancia no les corroa el delgado hilo de racionalidad, porque así suele ocurrir en estos casos. Veremos.
SEXTA PARTE. La reflexión.
Enseguida de la reflexión viene la acción. Esa es la lógica que nos enseñan cotidianamente. ¿Qué tipo de acciones vendrán y quiénes las encabezarán? ¿Tendremos que esperar a que “a toda costa” la oferta de Rectoría General se aproxime al 35% que reclama el SITUAM? Parece paradójico, pero un conflicto de derechos tiene que resolverse de algún modo. En otros tiempos, las instancias laborales solían recurrir a la declaración de inexistencia de huelga. Desde luego que este es un recurso legal que puede aplicarse. Estamos ante una paradoja aparentemente terrible, y de eso se aprovechan quienes creen haber diseñado una nueva variante del juego entre el gato y el ratón.
Sobre el conflicto de derechos que planteo arriba, en Argentina alguien ya lo había expuesto en un blog. Recién me entero a través de una búsqueda temática. Entonces (2006) se presentó de la siguiente forma: “Paro vs. Educación… ¿Cuál derecho es más relevante?” El asunto de fondo es el mismo, aunque, a falta de soluciones racionales ó normativas, es aprovechado por casi todos los foristas para hacer mofa de varias cosas. Hoy que se habla de que todos los derechos son derechos humanos, conviene preguntarse sobre este conflicto de derechos. El derecho de unos tiene como límite el derecho de otros. En tiempos de las revoluciones “hard” de clase y de las huelgas estrictamente obreristas, eran los derechos de una clase contra los de otra clase, y no importaba la cuestión de límites entre derechos. La polarización de intereses reducía drásticamente el horizonte de cualquier concepción ética de los derechos. Remito al vínculo correspondiente: http://foros.3dgames.com.ar/club_3dg.144/332687.paro_vs_educaci_n_cu_l_derecho_es_m_s_relevante.html
SÉPTIMA PARTE. Levántate… y anda.
Los dirigentes sindicales, presa de su propia pesadilla, desde hace unos días se encomiendan a San Lázaro. ¿Será que esperan les digan: "Levántate… y anda"? Seguramente piensan que ellos solos pueden y que es suficiente con invocar a los diputados para que llueva dinero sobre la UAM,... y en estos días. Lo dicho: las fantasías siguen siendo el bordón del ciego. Sin embargo, los milagros suelen ocurrir de vez en cuando. Los diputados –dicen- analizan la petición y quién sabe si se convenzan de lo que el creyente -bajo el altar- está pidiendo. Si ese milagro ocurre (curiosamente originado en veneros non sanctos),… ¡que ocurran todos los días, para todo mundo! Al fin habrá alguien que niegue a la democracia (por la cual se puede discutir una distribución justa de los recursos públicos) y prenda una veladora a San Lázaro. Ahora, hasta en milagros políticos tenemos que creer. Y pronto, tal vez, todas las universidades vayan en peregrinación pidiendo su parte del milagro.
OCTAVA PARTE. Sombras de 1999-2000.
Las sombras del fin del siglo XX se ciernen sobre la UAM. Los radicales apuestan por ello. Se justifican del todo. De escudo ponen demandas justas, y todo lo quieren resolver con esta huelga. Fox los envidiaría por esa actitud emprendedora (y de empecinamiento) para vender a toda costa una idea. Hay quienes no quieren mirar al lado suyo y mantienen sus ideales de justicia. Si miraran hacia su hombro verán que hay quienes piensan que los ideales de justicia sólo sirven de escalón para otros objetivos. Los ingenuos creen que, por ejemplo, Escobar -y cualquier otro que ha seguido sus pasos- es sólo un mito. Evidentemente, los dirigentes ya no encuentran como justificar una huelga larga, aunque intencionalmente calculaban dos meses con suficientes fondos de resistencia, para quebrar primero las estructuras burocráticas de la UAM y luego crear un bastión propio, al calor de otros conflictos en el país. Es buen pretexto tratar de mostrar dónde está oculto el dinero de salvación. ¿Acaso no hubo tiempo para esta demostración antes de la huelga? ¿Nadie les había dicho que desde hace varios años la estructura presupuestal de la UAM es obsoleta? ¿Recurrieron años antes a la Cámara de Diputados para denunciar que la UAM no tiene una estructura presupuestal adecuada, que pueda garantizar los requerimientos de los trabajadores,… que, además, preferirían que se atendieran primero las necesidades de diversos sectores pauperizados de la población en las zonas rurales, que las Universidades no pueden disputar las migajas con sectores literalmente hambrientos de la población, que los excedentes petroleros no deben ser repartidos como botín entre poderes federales y locales, sino asignados a necesidades básicas de millones de familias que viven con menos de dos dólares al día, las cuales ni en sueños podrán ver a sus hijos en la UAM, etc., etc.?
El adversario no se llama UAM. Pero secuestrar a una institución de esta naturaleza con el pretexto de que desde allí se hará la revolución, es la más tonta ocurrencia. Quienes quieren mostrar sólo las entrañas presupuestales no pueden ver más lejos; ojalá vean más que eso. Una forma de egoísmo duro es ver sólo la superficie que pisamos, creyendo que hay engaño porque abajo hay una mina de diamantes que alguien se empecina en ocultar. No nos aferremos a una razón, escuchemos la pluralidad de razones. Si, cobijados en un derecho irrenunciable, se pretende justificar necedades y convencer a los otros (así, en plural) de que del lado de los dirigentes sindicales está la salvación, no encuentro resquicio alguno para salir de la guerra de todos contra todos. Hasta Thomas Hobbes se hubiera sentido decepcionado de no encontrar en el conflicto laboral que aqueja a la UAM una evidencia para sustentar su hipótesis del “pacto social”.
Alternativas audaces y creíbles con compromisos serios pueden detener la esquizofrénica actitud huelguista. La autoridad está a punto de ser desconocida. Los sacrificios pueden intercambiarse por espejos. Así ha sido siempre. La UNAM es un testimonio viviente. Pero la razón y la creatividad no pueden quedar al margen, como simples espectadores de la sinrazón.
¿Para dónde sonreír? Quien no lo creía en la víspera, ahora está confundido.
Posdata:
1.- ¿Alguien puede mostrar pruebas documentales de que la comunidad académica fue convocada conforme a un procedimiento adecuado para consultarla sobre la opción de huelga? No hay mucha diferencia entre gobernantes que deciden alejados de los ciudadanos y dirigentes sindicales que ahora se quejan de la ausencia de la mayoría de académicos.
2.- Aparte de la solidaridad convergente (solidaridad de coyuntura que, en realidad, no produce efectos de largo plazo ni de fondo) que las personas y los colectivos requerimos para tener la ilusión de no estar solos con nuestras penas, al SITUAM y a la UAM en general les hace falta la autocrítica. Nuestras propias capacidades crecerán y nos daremos cuenta que hemos desperdiciado el tiempo para encontrar algunas de las soluciones en nosotros mismos.
Saludos.
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